15 de junio de 2025, el domingo de todos los Santos.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, amen. Gloria sea a Jesús Cristo, gloria por siempre!
Una de las peores cosas que podemos hacer los unos a los otros es preguntar lastimeramente: ¿No me amas? ¿No me amas? ¿No me amas lo suficiente para hacer lo que exijo aunque sepas que está mal? ¿Seguramente me amas más que a tu conciencia?
Hay amor, hermanos y hermanas que no es saludable. Que es demasiado egocéntrico, demasiado voluntarioso, donde tratamos de imponer nuestro propio rumbo a quien amamos y cuando lo logran, imaginamos que es gracias a nuestros consejos. Si no fuera por nuestra sabiduría, quien sabe que habría sido de ellos. Y si fracasan, lo consideramos un fracaso personal, como si yo hubiera fracasado porque, de alguna manera, no logre que esta persona cambiara el rumbo de su vida. O podemos agotarnos allanado el camino para que alguien tenga éxito en sus dificultades, para que no tenga que lidiar con los problemas que causan por sus propias decisiones, experiencias, y errores, y así nunca aprenden y nunca descubren las fuerzas que necesitan para vivir. Y en ese proceso nos agotamos, descuidamos nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma.
En el evangelio de hoy, el Señor nos advierte hermanos y hermanas. Nos advierte que necesitamos buscar un camino mejor y si escogemos este camino de voluntad, egocentrismo, y de desorden, nos arruinará.
El nos dice, ‘El que ama a padre o madre o hermano o hermana o a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”. Suena duro. No es una buena palabra para escuchar en el Día de los Padres, ¿verdad? Jesús no nos esta diciendo, ‘No amen a sus padres, no amen a sus esposas’ no, eso no es lo que el esta diciendo. Pero lo que sí nos dice es que tenemos que amar en el orden correcto y que cuando no esta en el orden correcto, entonces lentamente descubrimos es que muchas de las actitudes, la forma de vida y la orientación de nuestro corazón que llamamos amor, no es amor.
Quizás hayas estado en el lado receptor de eso. Donde no quieres contestar el teléfono, donde no quieres visitar a alguien, donde no quieres escuchar lo que alguien te esta diciendo porque te duele. Es muy difícil estar en la presencia de alguien quien esta tratando de vivir tu vida así como la suya propia. Llega a un punto donde eso esta tan corrompido que ya ni es amor. Incluso puede convertirse en algo verdaderamente oscuro y venenoso, que se parece terriblemente al odio.
Entonces la palabra difícil que tenemos que escuchar es que para verdaderamente amar a los que amamos, esos que están en nuestro corazón, nuestros padres, nuestras madres, nuestros hermanos, nuestras hermanas, nuestros hijos, nuestras hijas, todos los que están cerca de nosotros, para verdaderamente amarlos tenemos que poner a Dios primero y su justicia. Las maneras que Él nos a enseñado que nos da vida, que nos da lo que necesitamos para que podamos amar mejor a las demás personas en nuestras vidas, así es como funciona. Tenemos que poner todos de nuestros amores en la prioridad correcta.
Hay un punto cuando vas en un viaje en avión, verdad, algo que estoy seguro que todos estamos muy emocionados y ese momento cuando salen con su pequeño discurso que mas o menos es el mismo cada vez, diciendo que ahí están las salidas y, ya sabes, pon tu asiento en posición vertical y todas esas cosas. Y luego dicen que en improbable caso de que la cabina se despresurice, estas mascaras se bajaran para darte oxigeno para que puedas respirar fácilmente incluso cuando la cabina este en problemas. Y dicen que si estas acompañando a un niño, primero debes ponerte la mascarilla y luego puedes cuidar al niño. Puede parecer un poco cruel en abstracto, decir, ‘Mi hija no puede respirar, ¿cómo puedo quedarme sentado a su lada mientras se desmaya por falta de oxigeno? ¿Cómo puedo hacerlo? Tengo que cuidarla primero. ¿Cómo puedo dejar que mi hija sufra? Pero si haces eso, mientras intentas ponerle la mascarilla al niño, te quedas sin aire, y si te desmayas por falta de aire, ¿cómo te va a ayudar tu hijo? ¿Cómo se supone que va a funcionar eso? Tienes que asegurarte de tener lo necesario para respirar antes de intentar ayudar a alguien más.
Cuando ves a alguien angustiado en la agua, ellos no están buscando a alguien completamente fuera de forma o alguien que ni siquiera sepa nadar, eso no será una persona útil. Eso es la oportunidad para alguien que a estado haciendo ejercicio, un excelente nadador en buena condición física, tal vez un salvavidas. Dejalos hacer el trabajo que se han preparado para hacer, y si deseas, diciendo guau, yo podría haber ayudado a esa persona si no tuviera libras y libras sobrepeso y no e estado haciendo ejercicio y todo eso. Bueno, quizá eso te anime a hacer las cosas diferente, a tomar mejores decisiones, pero no podemos ir por la vida imaginando que podemos seguir dando y dando, o al menos lo que llamamos dar, sin llenarnos nunca de algo que podamos dar a los demás. Porque si no, el salvavidas tiene a dos, tres, o diez personas ahí ahogándose, agitándose, imaginando que se ayudan mutuamente, pero simplemente se hunden todos juntos el las profundidades.
Hermanos y hermanas, hoy estamos celebrando la memoria de todos los santos, este domingo después del Pentecostes. En el día de Pentecostes nos acordamos como el Espíritu Santo descendió en la forma de lenguas de fuego sobre los discípulos como Jesús les había dicho, ‘Espera en Jerusalén por el regalo del Espíritu Santo’. Y allí lo recibieron y transformo sus vidas, y los que estaban allí antes confundidos, divididos y en temor ahora fueron fortalecidos y se les dio la capacidad, la palabra misma para hablar a miles a su alrededor y eso cambió el mundo entero. Y yo consideramos el desarrollo de lo que sucedió en ese día de Pentecostes, porque no fue un evento singular, sino mas bien algo así como un incendio que se regó, extendiendo por todo el mundo a cada generación: todas aquellas personas que recibieron la palabra de vida de los apóstoles y luego la compartieron con quienes los rodeaban, y esas personas la compartieron hasta que llego a nuestra generación.
Y esas personas que celebramos de toda diferente raza, de todas partes del mundo, cada estado de vida, cada condición, tantas personalidades y diferentes direcciones de vida pero todos tienen algo en común, tienen una fe en un Señor Jesús Cristo y todos en esa fe que viven, llegaron mas profundos y la persiguieron cada día de su vida, escogiendo, escogiendo y escogiendo eso que es de Dios y alejándose de lo que no es de Dios. Y todos tuvieron el valor de confiar en que el Señor es bueno y que obra todas las cosas para bien, incluso cuando lleva sufrimiento y grandes dificultades.
Hoy escuchamos esa gran epístola sobre los santos que por la fe, conquistaron reinos, superaron todos estos obstáculos asombrosos, pero también sufrieron mucho: algunos fueron horriblemente torturados, otros asesinados, pero, sin embargo, se mantuvieron firmes en la fe, y habiendo completado la carrera, están allí como una gran nube de testigos que nos animan mientras nosotros buscamos correr la carrera de la resistencia.
Hermanos y hermanas, la gente que admiramos, quien tiene gracia bajo el fuego, quienes pueden compartir esperanza y el animo a otros, tienen el mismo espíritu en común, en una crisis ellos respiran profundamente, aclarando su mente y corazón y ponen la mirada en lo que verdaderamente importa, en lo necesario. En otras palabras se ponen su mascarilla de oxigeno primero. San Serafín de Sarov, uno de los santos mas grandes de los últimos tiempos, alguien que inspiro y toco la vida de innumerables personas en todo el mundo, es asombroso conocer su historia. El dijo, “Adquieran el Espíritu Santo y miles a su alrededor serán salvados”. Eso fue su plan, su programa en como hacer las cosas, no una organización impresionante, o algún programa de 12 pasos que te permita convencer a otras personas de que tienes razón y ellos están equivocados, pero adquiere el Espíritu Santo. Permite que el Espíritu tome posesión de tu vida plenamente y estarás tocando las vidas de miles a tu alrededor. Pero para hacer esto, el tubo que trabajar. Trabajar duro con resistencia, persistencia, con propósito durante años, años y años.
El salio al desierto, alejándose de los que estaban cerca a el, quienes estoy seguro que tenia un gran corazón y una gran preocupación hacia ellos. Pero se aparto de todos para poder orar intensamente por mucho tiempo. Ayunar y arrepentirse de sus muchos pecados. Leyó todo el Evangelio, sabes, acabamos de leer un poco hoy, el leía los cuatro Evangelios cada semana. Así que, sí, conocía al Espíritu Santo a fondo, y así fue como pudo salir de ese desierto para encontrarse con todas las personas que esperaban su regreso. Cuando lo encontraron, lo encontraron lleno de la luz de Cristo, de la gracia del Espíritu Santo, y pudo hacer tantas cosas buenas que celebramos hasta el día de hoy.
Eso solamente es un ejemplo de todos los santos, pero un ejemplo bueno, uno que podemos llevar en nuestro corazón. Hermanos y hermanas, ¿qué tal si, aunque sea un poco, asumimos el reto de apartar un tiempo para estar solos, para preparar nuestros corazones para recibir los dones del Espíritu Santo, para orar, para ayunar (oigan, mañana es el ayuno de los apóstoles), para arrepentirnos, para leer las Escrituras y otras obras santas, para buscar lo que agrada a Dios? ¿Cuánta luz podríamos encontrar capaz de penetrar la oscuridad de nuestro interior y qué luz y gracia podríamos tener para compartir con aquellos que están en nuestros corazones, aquellos que están cerca de nosotros, a quienes tan desesperadamente queremos ayudar y animar?
Hermanos y hermanas, ahora es el momento de comenzar esa carrera, dejando a un lado todo peso que nos estorba y el pecado que tan fácilmente nos atrapa, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Amen.
Gloria sea a Jesús Cristo! Gloria por siempre!